No matarás.

No robarás.

No darás falso testimonio.

Judíos, cristianos, musulmanes y agnósticos identificamos muchos de los mandamientos como normas básicas de comportamiento y respeto ente iguales.

La teoría es muy simple, conocemos las leyes de la naturaleza porque rigen el universo, nos vienen dadas y en la mayoría de los casos no podemos sino someternos a ellas ya que están por encima de cualquier realidad. Pero, en el caso de las leyes del hombre en algún momento de la historia alguien tuvo que identificar las reglas para crear unas normas de convivencia básica entre los humanos.

Desde que las leyes se escribían en piedra no hemos hecho otra cosa que intentar mejorar las normas de convivencia entre las personas, pero cuál es nuestra sorpresa al comprobar que el impacto de las actividades humanas sobre el medio ambiente también requiere de su estudio, análisis y sobre todo delimitación.

Así nace la SOSTENIBILIDAD en la historia de la humanidad, un concepto que aunque fundamental, apareció hace poco más de 30 años (Sostenibilidad para todos Acciona).

Muchas son las organizaciones, instituciones y personas que han ahondado en el concepto, pero teniendo en cuenta que las leyes del hombre se ven limitadas tanto por las fronteras como por las reglas económicas del juego, muchas veces el avance en la sostenibilidad parece imposible.

Esta utopía que se aleja en el horizonte cada vez que tratamos de acercarnos a ella tiene el mayor de los significados ya que nos sirve, ante todo, para caminar (Galeano).

Por eso, pese a las limitaciones que ralentizan nuestro avance, no perdemos el ímpetu y celebraremos hoy la pequeña gran victoria que representa la existencia de una jerarquía europea y española en la gestión de los residuos.

Este manual de uso presenta una jerarquía para valorar de forma correcta los residuos que creamos a diario, entendiendo que la eliminación de estos sólo ha de darse cuando no exista otra fórmula para su reutilización. Más teniendo en cuenta que en los hogares españoles lidiamos anualmente con alrededor de 460 kg de basura por persona (España en cifras , 2017).

Puede sonar evidente pero la realidad es que estamos haciendo completamente lo contrario a lo que la jerarquización nos indica. Así, aunque el reciclaje parezca la piedra angular de la sostenibilidad en nuestra sociedad, en realidad ocupa el tercer puesto de la jerarquía de la gestión de residuos.

Presentamos ahora los primeros puestos en la jerarquización de residuos para que gravemos a fuego esta valoración y la apliquemos en nuestro día a día.

El oro en las olimpiadas del reciclaje es para LA PREVENCIÓN, quien a través de medidas como el eco diseño, tratará de reducir tanto la cantidad de residuo generado como el impacto del mismo sobre el medio ambiente, demostrándonos que si hay algo mejor que el reciclaje de un residuo, es la no existencia del mismo.

En 2014 se vendieron un total de 1.200 millones de teléfonos móviles (Gartner). Todos ellos sustituirían terminales antiguos que generan una cantidad de residuos desmesurada y con un impacto ambiental más elevado, aun si cabe, teniendo en cuenta la contaminación producida por el litio de sus baterías.

Si imaginamos que las empresas fabricasen móviles capaces de renovarse a través de actualizaciones de software sin tener que eliminar los antiguos dispositivos, estaríamos ante un ejemplo claro de la prevención contra los residuos. Y es que de eso se trata, de prevenir antes que currar.

Con el número dos, y siguiéndole muy de cerca por las posibilidades que ofrece entre la población, encontramos LA REUTILIZACIÓN. Modas, clichés, obsolescencia programada, miedos ante el desconocimiento de antiguos poseedores y muchos otros son los grandes enemigos de este concepto, pero alargar la vida del producto tanto como sea posible representa una de las bases de la sostenibilidad.

Productos textiles, electrónicos o bienes tan necesarios como el agua son las grandes apuestas en la reutilización. Teniendo en cuenta informes tan importantes como el de Desarrollos de los recursos hídricos del 2017 o la Política Marco del Agua, se aprecia un cambio de paradigma pasando del, tratamiento y eliminación del agua, a fases intermedias como la reutilización, el reciclado o su recuperación de recursos (Aguas Residuales el recurso desaprovechado, 2017).

Ya introdujimos EL RECICLAJE como bronce anteriormente. En el caso de los materiales orgánicos, que representa en los hogares cerca del 42% de nuestros residuos, será una dura prueba a superar teniendo en cuenta las dificultades del compostaje casero, pero hoy en día, vidrio, papel, y plásticos son una forma de separación fundamental en todos los hogares concienciados con la realidad en la que vivimos.

Por último, antes de que los residuos sin otra opción sean eliminados ha de darse una VALORIZACIÓN ENERGÉTICA de los mismos que pasa por la incineración de los residuos separados capaces de generar energía. Para esto el trabajo que realicemos en la separación de los residuos contribuirá directamente a la eficiencia energética obtenida del proceso de valorización.

Parece imprescindible pues que entendamos e interioricemos estos pasos ayudando a su implantación en una sociedad que pide avanzar en las normas de comportamiento para con el planeta.

Como ya adelantamos cada pequeño triunfo es una alegría…

Y en este caso más que nunca celebramos la existencia de la jerarquía de residuos, un pequeño paso para el hombre…

Pero un gran paso para la humanidad…

 

 

Juan Manuel Valverde